La industria de la construcción es un pilar fundamental para el desarrollo de cualquier país. La capacidad de innovar y optimizar procesos es clave para su crecimiento y evolución. Soy Luis Díaz, arquitecto mexicano con más de 25 años de experiencia en el sector de la construcción. Inicié mi carrera profesional en México y hoy en día, tengo la gran oportunidad de trasladar los conocimientos y habilidades adquiridos en mi país al contexto de Guatemala.

En este blog, compartiré cómo la experiencia internacional puede transformar el sector de la construcción, destacando lecciones aprendidas, retos enfrentados y oportunidades por explorar.

Beneficios de una visión internacional

La construcción es una disciplina global que comparte principios comunes, pero cada país tiene sus propias particularidades. La experiencia internacional permite a los profesionales adoptar enfoques más diversos y adaptativos, incorporando prácticas que han demostrado ser efectivas en otros contextos.

En mi caso, trabajar en proyectos inmobiliarios de usos mixtos verticales, horizontales y de otros sectores como vivienda residencial y en serie, comercial, corporativos de oficinas, universidades privadas, hotelería y consultoría de proyectos inmobiliarios en México, me permitió enfrentar retos como la gestión de grandes presupuestos, la coordinación de equipos multidisciplinarios y la implementación de tecnologías para la construcción. Estas lecciones han sido clave para identificar oportunidades de mejora en Guatemala, algunas de ellas son:

1. Innovación tecnológica: La exposición a herramientas como el Building Information Modeling (BIM) e Inteligencia Artificial (IA) en mercados más desarrollados puede impulsar la eficiencia en diseño y construcción.
2. Optimización de procesos: Los enfoques sistemáticos de gestión maximizan el valor al cliente y minimizan desperdicios desde la planificación, pre-construcción hasta la construcción y entrega del proyecto, reduciendo así costos y plazos de los cronogramas, así como mejoras en la productividad y calidad del proyecto y producto final.
3. Vivienda sostenible: Incorporar estrategias y tecnologías globales que promuevan la sostenibilidad puede transformar los proyectos habitacionales, optimizando recursos y reduciendo el impacto ambiental.

Retos y diferencias entre los mercados de México y Guatemala

Aunque ambos países comparten ciertas similitudes culturales y geográficas, las diferencias en regulaciones, infraestructura y prácticas laborales plantean desafíos significativos. Al llegar a Guatemala, noté algunos de los siguientes contrastes:

• Diferencias regulatorias y de normatividad: En México, la normativa para proyectos de vivienda vertical es extensa y bien definida, lo que obliga a las desarrolladoras a cumplir con estrictos estándares de calidad. En Guatemala, persiste el reto y la oportunidad de mejora en los procesos relacionados con la seguridad y la sostenibilidad en los desarrollos inmobiliarios.
• Disponibilidad de materiales y tecnología: Mientras que en México existe una mayor disponibilidad de materiales y acceso a tecnologías avanzadas, en Guatemala es necesario adaptarse a un mercado menos abastecido. Esto ha requerido un enfoque más creativo y la implementación de estrategias logísticas para asegurar el suministro.
• Mano de obra y capacitación: En México, la mano de obra en el sector de la construcción está más especializada en proyectos verticales, mientras que en Guatemala hay una mayor necesidad de capacitación para equipos técnicos y obreros. Este reto presenta una oportunidad para desarrollar programas de formación que mejoren la calidad de los proyectos. Los factores culturales y formas de trabajar tradicionales y arraigadas en la construcción, generan barreras para incrementar la productividad y competitividad con respecto a otros sectores industriales o con otros países de la región y que permitan una modernización acelerada, aunque también sostenible.

Aplicación de buenas prácticas: 

• Implementación de metodologías de gestión de proyectos: Un proyecto exitoso depende de una planificación rigurosa y una ejecución estructurada. En IMPULSA, aplicamos estándares internacionales en dirección profesional de proyectos y de construcción, combinando herramientas de gestión ágil, como la metodología PAP (Agile Project Planning), que nos permite adaptar los planes de trabajo de forma dinámica según las necesidades del proyecto y las condiciones del mercado; además promueve un enfoque colaborativo y activo de los miembros del equipo y la mejora continua en el ciclo de vida del proyecto. Esta metodología promueve una planificación iterativa, con ciclos de revisión continua que optimizan la toma de decisiones y permiten una mayor visibilidad sobre el avance del proyecto. Gracias a este enfoque, garantizamos un control preciso de los tiempos, los costos y la calidad, minimizando riesgos y mejorando la eficiencia en cada etapa del desarrollo inmobiliario.
• Uso de tecnología para optimizar procesos:  Adoptamos BIM para modelar todas las fases de diseño y construcción. Esto nos permitió detectar conflictos entre disciplinas antes de llegar al sitio, ahorrando tiempo y recursos.
• Enfoque en la sostenibilidad: En Guatemala, este enfoque aún está en auge, pero representa una gran oportunidad para mejorar los procesos constructivos y reducir el impacto ambiental. Es fundamental trabajar hacia su adopción debido a los beneficios ambientales y económicos que puede aportar al sector tal como la certificación LEED y EDGE

Cómo la experiencia internacional puede transformar el sector de la construcción es una lección que he vivido de primera mano. Mi transición de México a Guatemala me ha permitido observar cómo las buenas prácticas, la innovación tecnológica y una visión global pueden impactar positivamente en la industria. La clave está en adaptar estos conocimientos al contexto local, promoviendo un sector más eficiente, sostenible y competitivo.

Si eres un profesional de la construcción, te invito a explorar cómo las experiencias internacionales pueden enriquecer tu carrera y contribuir al desarrollo de proyectos que marquen una diferencia significativa en el panorama inmobiliario.